La tartamudez, es entendida como las rupturas involuntarias en el flujo del habla. En ese sentido, muchos padres comentan que las situaciones donde sus hijos tartamudean más, son cuando hablan muy rápido o están muy emocionados por contar algo.
La tartamudez, es entendida como las rupturas involuntarias en el flujo del habla (3). En ese sentido, muchos padres comentan que las situaciones donde sus hijos tartamudean más, son cuando hablan muy rápido o están muy emocionados por contar algo.
Entonces, podríamos pensar que, si ensayamos una velocidad más lenta, las personas presentarían menos disfluencias; es decir, tartamudearían menos. La reducción de la velocidad del habla requiere aumentar el número y la frecuencia de las pausas entre las palabras y alargar ligeramente los sonidos. Surge entonces la interrogante de cuál es la velocidad adecuada para hablar y si existen además rangos de normalidad contra los que podríamos compararla y evaluar.
El objetivo es lograr la fluidez del habla. Esta fluidez se refiere a un flujo continuo y suave de la producción del habla (2), que no es otra cosa que la capacidad de decir una palabra tras otra en un tiempo socialmente aceptado y sin interrupciones. La presencia de sonidos “extras” como repeticiones, prolongaciones, interjecciones o revisiones hacen que el hablante pueda sonar disfluente. Por ejemplo, un hablante con un mismo ritmo y entonación puede sonar disfluente, un hablante que usa demasiadas pausas con una velocidad de habla muy lenta puede sonar disfluente y perder la naturalidad del habla o por el contrario una velocidad muy rápida puede sonar también disfluente y afectar la ininteligiblidad del habla y con ello afectar la comunicación.
La velocidad de habla, que se refiere al tiempo que el hablante utiliza para emitir su discurso, es una de las principales medidas para lograr la fluidez. Así también, es considerada un parámetro que permite verificar el procesamiento motor del habla (2). Una forma de medir esta velocidad es en palabras y sílabas por minuto. Es importante el conteo de ambas medidas (palabras y sílabas) ya que, dependiendo del idioma, puede haber más palabras multisilábicas o palabras monosilábicas.
Entonces, ¿Cuáles son los rangos de un habla “normal” en niños fluentes?
Contamos con un estudio que traza un perfil de la fluidez del habla en niños de 5 y 6 años, fluentes en español, en Lima en el año 2013. Participaron 40 niños divididos en dos grupos. El perfil fue realizado a través del análisis de muestras de habla espontánea. Una de las variables fue la velocidad del habla.
En sus resultados, el promedio fue: 155 sílabas por minuto en el grupo de 5 años y 163 sílabas por minuto en el grupo de 6 años. Adicionalmente, revisando la bibliografía encontramos estudios como el de Pindzola (1989), donde el promedio fue 148 sílabas por minuto para el rango de edad de 3 a 5 años; y en el estudio de Andrade y Oliveira(2008), los valores promedios fueron 136,4 en el grupo de 5 años y 136,9 spm en el de 6 años.
Ver Tabla 1- Rangos de normalidad del habla en niños de 3 a 6 años.
Estos hallazgos son realmente útiles para los especialistas que atienden niños con disfluencias ya que apoya a establecer un diagnóstico más preciso y ofrece una eficaz medida de control de los tratamientos.
Dichos valores ofrecen intervalos o promedios para detectar una velocidad aumentada que puede estar interfieriendo en la fluidez. Por ejemplo, Costello, citado en Pindzola (1989), sostiene que valores por encima de 180 a 200 sílabas por minuto es considerado una tasa muy elevada para que los niños puedan mantener un habla fluente.
Uno de los objetivos en un tratamiento tanto para padres como para los especialistas, es reducir la tasa de velocidad de habla para que den tiempo al planeamiento motor del niño y a la organización de las ideas; siempre teniendo cuidado de no salir de estos parámetros normales de velocidad establecidos, pues podríamos llegar a sacrificar la naturalidad de habla con una velocidad muy lenta. Estos rangos entonces, se vuelven una medida de evaluación cuantitativa de fácil aplicación que nos permite encontrar la fluidez adecuada.
Descargar trítptico "Orientaciones para jóvenes y adultos con tartamudez" Clic aquí
Descargar trítptico "Orientaciones para padres de niños con tartamudez" Clic aquí
Referencias: