Los oídos permiten el acceso a los sonidos, al desarrollo del lenguaje y a una suma de sensaciones que son individuales a cada persona, según la situación en la que se encuentre. Por este motivo, son muy importantes los cuidados adecuados desde edades tempranas, para evitar dificultades auditivas temporales o permanentes futuras.
Estos cuidados debemos iniciarlos en casa. A continuación, algunas sugerencias a tomar en cuenta:
- Reduce el número de aparatos ruidosos que funcionan al mismo tiempo.
- Evita el uso de auriculares en periodos largos de tiempo y a altos volúmenes.
- Utiliza el equipo de música y demás dispositivos auditivos a volumen adecuado.
- No eleves la voz al hablar, limitando conductas ruidosas innecesarias en casa.
- Ten especial cuidado con tus oídos cuando se presenten gripes o infecciones, que a la larga podrían causar pérdida auditiva temporal.
- Sécate los oídos después de cada baño, para evitar la humedad en el conducto auditivo que pueden ocasionar infecciones.
- No introduzcas objetos en el oído, especialmente hisopos, que pueden dañar el tímpano, el canal auditivo o provocar tapones de cerumen.
- Evita aplicar sustancias en el oído sin prescripción médica.
- Evita auto medicarte o ingerir cualquier medicamento no recomendado.
- Ante la presencia de dolor, secreción, inflamación, resfriado común y otras afecciones respiratorias visita al otorrino para evitar complicaciones auditivas.
- Reduce el mayor ruido posible para no interferir en el descanso y tranquilidad de los demás familiares.
En caso presentes alguna dificultad auditiva, es importante realizar una evaluación audiológica completa.