Es importante tomar en cuenta que entablar una amistad con una persona con Síndrome de Asperger implica tratarlo con la mayor naturalidad posible.
El síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo y posiblemente uno de los más misteriosos y contradictorios. Cualquiera que haya conocido a una persona diagnosticada con este síndrome sabe lo desconcertante que podría ser, ya que entre las características que presentan, se encuentra su peculiar inteligencia, con importante habilidad en la memoria; además, utilizan un lenguaje formal y con extenso vocabulario, no obstante, también evidencian grandes dificultades en la comunicación, interacción social y en la adaptación a las demandas diarias, provocando un deterioro significativo en su actividad personal, social y laboral.
Con respecto a la amistad, todos sabemos que para poder constituirse requiere de ciertas habilidades como la empatía, la capacidad para ponerse en el lugar del otro y el control emocional. De la misma manera, para consolidarse en el tiempo, necesita de otras habilidades tales como la capacidad para solucionar malentendidos, conflictos y discrepancias intelectuales y emocionales. Las personas con Síndrome de Asperger, desde edades tempranas, requieren de referentes cercanos que le permitan comprender la dinámica con sus pares, de tal manera que, de forma progresiva, puedan adquirir las habilidades correctas para una interacción satisfactoria y junto a ello, las posibilidades de crear vínculos de amistad con los demás.
Lo siguiente son algunos consejos que podrían ayudar a establecer una mejor relación con personas con Síndrome de Asperger:
- Ofrecer un espacio estructurado y, en la medida de lo posible, predecir los estímulos que puedan alterar su tranquilidad como los ruidos, los olores fuertes, la resonancia del ambiente, la presencia de muchas personas en el mismo espacio.
- Al momento del ‘saludo y despedida’ adecuarse a sus características, tal vez, evitando acercarse demasiado y/o abordarlos con demasiado énfasis pues, se sabe que algunos no toleran ser abrazados o recibir un beso.
- Considerar sus opiniones y sugerencias frente a diferentes situaciones como: salida a comer, planificar un paseo, escoger ropa apropiada para un evento, etc.
- Aceptar sus temas de interés y sutilmente explicarle que debe hacer cambios en los temas de conversación, como por ejemplo: “me gusta mucho lo que me estás contando, que te parece si después del almuerzo lo continuamos”.
- Hacerles sentir que sus acciones o consejos son de gran ayuda para nuestra vida. Por lo general, tienen pocas oportunidades de sentirse útiles frente a los demás. No debemos olvidar que una amistad es una relación reciproca que permite ayudarnos, ayudar y celebrar juntos nuestros logros y felicidad.
- Si está empleando un alto volumen en su voz, indicarle amablemente que, en el lugar donde se encuentran, es preciso bajar la intensidad de la voz.
- No olvidar que este aprendizaje social dependerá de qué tanto y cómo le enseñemos las estrategias interpersonales. Al lograr una amistad, ellos verán en nosotros un modelo a seguir, por lo tanto, es importante y valioso aprovechar todo momento de interacción y compartir que de seguro garantizaría el desarrollo de sus habilidades sociales.
Finalmente, es importante tomar en cuenta que entablar una amistad con una persona con Síndrome de Asperger implica tratarlo con la mayor naturalidad posible, sin separarlos ante la presencia de otros amigos o darles una atención excesiva. La paciencia es la herramienta primordial para lograr una buena amistad, tomando en cuenta que ellos aprenden y procesan la información de manera diferente.
Este año el CPAL festeja su 60 Aniversario, por ello, renueva su compromiso con el desarrollo del país a través de la educación especializada y una atención integral bajo un enfoque clínico-interdisciplinario para la prevención, diagnóstico y tratamiento en las áreas de audición, comunicación, lenguaje, habla y aprendizaje.
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