La presbiacusia es un déficit auditivo que se produce por un deterioro progresivo del oído interno a causa de la edad. En algunas ocasiones puede estar asociada a factores tales como: consumo de tabaco, infecciones de oído, traumatismos, arterioesclerosis, diabetes y utilización de medicación ototóxica. En algunas ocasiones, también se presentan ruidos en el oído (acúfenos), dificultades de equilibrio y sensación de molestia a los ruidos intensos.
A medida que la población mundial envejece, son cada vez más las personas que padecen pérdida gradual de audición. La presbiacusia es la tercera condición crónica más común entre los adultos mayores. Las otras condiciones médicas más comunes son la artritis y la hipertensión arterial.
Aproximadamente, el 65% de los mayores de 60 años presentan algún grado de pérdida auditiva. Al ocurrir de manera gradual muchas personas no son conscientes de esta pérdida. Actualmente, debido a factores como el ruido ambiental al que estamos sometidos, la edad de aparición está descendiendo y la presbiacusia puede darse incluso a partir de los 50 años.
En algunas ocasiones la persona dice oír bien, pero que no entiende lo que le dicen, sobre todo en conversaciones telefónicas o si está en ambientes ruidosos. Esta situación genera cambios en la personalidad; especialmente introversión, aislamiento social y familiar, reduciendo la capacidad de ser un miembro activo en la sociedad.
Los efectos de la pérdida auditiva pueden mejorarse a través de un diagnóstico y un tratamiento correcto, ayudándolos a la comprensión del problema, en el manejo de situaciones en casa y ambientes públicos; y de esta manera mejorar la calidad de vida de estas personas. El uso de auxiliares auditivos y de un programa de rehabilitación auditiva permite la estimulación de habilidades auditivas y corticales, con el fin de complementar la adaptación protésica y ofrecer al paciente adulto mayor una verdadera rehabilitación funcional de su audición.