Es posible que con la edad se presenten varias dificultades de salud, que podrían ser verdaderamente significativos en las personas mayores y sus familias, una de ellas es la pérdida de audición. Esto no solo afecta la percepción y la comprensión del habla, sino que también condiciona el nivel de participación social, lo cual se podría manifestar con depresión, disminución de la autoestima, aislamiento social y aumento significativo del estrés familiar.
Según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5% de la población mundial, 360 millones de personas, padece pérdida de audición discapacitante, de los cuales 328 millones son adultos. A partir de los 65 años el 80% de las personas empiezan a percibir cambios en su audición
Las personas mayores afectadas con pérdida auditiva pueden experimentar dificultades para entender con normalidad el habla de su interlocutor, especialmente en entornos ruidosos, cuando lo hacen con varias personas al mismo tiempo o el hablante lo hace de manera rápida.
Existen algunos factores que contribuyen a la pérdida auditiva en la tercera edad, como trastornos genéticos, hipertensión, diabetes, enfermedades, exposición a ruidos, medicamentos ototóxicos, tabaquismo, la dieta, entre otros.
Se sabe que la pérdida de audición relacionada con el envejecimiento no puede revertirse, ya que está causada por la degeneración de las células sensoriales propia del envejecimiento. Sin embargo, puede tratarse de forma eficaz mediante el uso de audífonos.
Los audífonos son aparatos electrónicos que se usan en el oído o detrás de la oreja, los cuales amplifican los sonidos para que el paciente pueda percibirlos y comunicarse. Para encontrar el audífono que mejor funcione para el paciente, es importante que pruebe y compare entre varias marcas y modelos de audífonos.
Es importante tener en cuenta que a pesar del uso de los audífonos existen ciertas consideraciones a tener en cuenta con los adultos mayores con pérdida auditiva. A continuación algunas recomendaciones:
- Acompañar al adulto mayor a sus evaluaciones y controles con los diferentes profesionales de la salud, entre ellos el audiólogo. Esto ayudará a la familia a conocer la alteración auditiva del paciente, comprender su alcance y limitaciones, así como alternativas para poder resolverlas.
- Apoyar a su familiar en el proceso de diagnóstico auditivo y adaptación de audífonos. No es fácil aceptar una pérdida auditiva y uso de audífonos. Además, toma tiempo adaptarse a oír sonidos que hace mucho el cerebro no percibía.
- Recordar la importancia de poder utilizar sus audífonos diariamente, en las diferentes actividades que realice, así como seguir las recomendaciones para el cuidado.
- Al iniciar una conversación, llame su atención.
- Al conversar con él, hágalo de forma clara y vocalizando correctamente, pero sin gritar, ya que esto distorsiona el sonido.
- Procure que la conversación se dé frente a frente, ya que los gestos benefician la comprensión del lenguaje.
- En caso que la pérdida auditiva sea solo por un oído o su desempeño auditivo sea mejor en uno de ellos, dirija su voz hacia el mejor oído, sentándose por ejemplo hacia ese lado.
Recordemos que hoy en día, la expectativa de vida es cada vez mayor, por lo que debemos buscar darle tiempo de calidad a nuestros adultos mayores.