Artículo sobre la prevención en las Alteraciones del Habla.
Algunas veces como padres de familia hemos dicho o hemos escuchado comentarios como:
Estas son algunas situaciones, que nos pueden advertir que algo está impactando negativamente en la producción del habla de nuestros niños.
Las causas de las alteraciones en la producción de los sonidos del habla pueden ser variadas como una pérdida auditiva, causas neurológicas, poca percepción de los sonidos de la lengua materna o también desórdenes de origen anatómico.
Estas alteraciones de origen anatómico o también llamadas de origen fonético se presentan en las estructuras musculares, dentarias u óseas, impactando en las funciones orofaciales e interfiriendo en la articulación del habla (Marchesan, 2004).
Teniendo en cuenta que en este mes estamos celebrando el Día Mundial de la Motricidad Orofacial, cuyo tema central es “Prevención de las Alteraciones del Habla”, queremos compartir con ustedes algunos factores que pueden estar afectando el habla en los niños:
1. Alteraciones respiratorias: Provocadas por causas mecánicas como amígdalas hipertróficas, tabique desviado, o por problemas funcionales como rinitis alérgica. Estas pueden llevar a un habla imprecisa dificultando la comprensión de lo que se dice (Marchesan, 2008).
La posición baja o interdental de la lengua, puede llevar a una distorsión de algunos sonidos del habla, como todos aquellos fonos que son producidos elevando la lengua (l, r, rr), o podría también presentar ceceo anterior.
2. El frenillo de lengua alterado: Sobre todo si es corto y anteriorizado, causa diferentes problemas. El más común tiene relación con el movimiento de la lengua, afectando inicialmente la lactancia materna y después otras funciones orales como la masticación y deglución correcta de los alimentos.
En cuanto al habla, sabemos que cada movimiento realizado por la lengua produce un sonido y si la lengua presenta alguna limitación, aumenta el riesgo de habla imprecisa, poca apertura de la boca durante el habla y producción alterada de sonidos vibrantes como el fono /r/ percusivo también llamado “ere” y el fono /r/ vibrante conocido como “erre”.
3. Alteraciones en los dientes y maloclusión: La relación entre la arcada superior con la inferior interfiere en la producción del habla. De este modo, si existiese un traspase de la maxila o dientes superiores con relación a la mandíbula, puede haber un cierre labial con compensación de los dientes incisivos superiores apoyados en el labio inferior, generando una distorsión de los fonos bilabiales.
Por otro lado, una sobre mordida disminuye el espacio interno en la cavidad oral. Esto dificulta el movimiento de la lengua y en general la lengua se puede posteriorizar elevándose el dorso y causar un ceceo lateral.
También, las mordidas cruzadas unilaterales pueden llevar a desvíos de mandíbula durante la producción del habla.
4. Hábito de succión de dedo o uso prolongado de chupón o biberón: Pueden generar alteraciones dentarias y respiratorias, lo cual puede generar ceceo anterior o lateral.
Estos son solo algunos factores que pueden repercutir en la producción de los sonidos del habla. Por ello, para saber cuál es la alteración que presenta un niño, el especialista en motricidad orofacial realizará una evaluación específica del habla, teniendo en cuenta los aspectos anatómicos y funcionales pertinentes a la Motricidad Orofacial. De igual manera, de ser necesario, se derivará si el caso a otros especialistas como odontopediatras u otorrinolaringólogos. Con un diagnóstico adecuado, el profesional a cargo estará listo para iniciar el proceso terapéutico del niño y brindar a los padres el acompañamiento pertinente.