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Unidad de Lenguaje

Dificultades de lenguaje en el aula: señales de alerta

Autor: Unidad de Lenguaje

El lenguaje es un sistema de comunicación estructurado que permite expresar pensamientos, emociones y deseos. Para muchos especialistas, es una “herramienta fundamental para el desarrollo del pensamiento” (Vygotsky, 1978). Por lo tanto, las dificultades en el lenguaje afectan la capacidad de comunicarse y también impactan en el desarrollo cognitivo, la comprensión y el razonamiento.

Las dificultades en el lenguaje pueden afectar de manera significativa varias áreas del desarrollo integral del niño. En el ámbito del aprendizaje podrían generar problemas para comprender la información en clase, desarrollar el pensamiento crítico y resolver problemas, impactando en su rendimiento general. En el ámbito social, los niños con dificultades de lenguaje es probable que enfrenten desafíos en la interacción con sus compañeros, en la formación de amistades y en la participación en actividades grupales, lo que podría llevarlos a sentirse aislados.

Considerando además que el lenguaje es un “medio para expresar emociones y construir relaciones” (Crystal, 2001), los escolares con dificultades en esta esfera pueden experimentar frustración o sentirse incomprendidos, afectando su autoestima y bienestar emocional.

Signos de alerta de las dificultades de lenguaje en el entorno escolar

Las dificultades de lenguaje en el entorno escolar pueden pasar desapercibidas en los primeros años, sin embargo, existen ciertos signos de alerta que ayudan a identificarlas oportunamente en cada etapa escolar:

A los 2 años:

  • No mira a la maestra cuando da una indicación al grupo.
  • No muestra intención de responder preguntas, ya sea con gestos, sílabas o palabras.
  • Muestra dificultad para seguir instrucciones sencillas como “dame el juguete”.
  • No imita sonidos, gestos o palabras que usa la maestra en las actividades escolares.
  • No suele buscar ayuda cuando algo llama su atención y le es difícil obtenerla por sí mismo.
  • Muestra poco interés por juguetes variados y se enfoca solo en ciertos objetos y actividades, como hacer girar cosas.
  • En juegos de simulación (p.e. un palo de escoba es un caballito) no vocaliza ni usa palabras como “…rápido caballito…”
  • No responde a expresiones como “chócala” o “dame esos cinco” con una palmada.
  • No busca al adulto para diálogos breves.
  • No tiene más de 50 palabras en su vocabulario y no combina dos palabras en frases simples.

A los 3 años:

  • No comprende indicaciones orales, necesita que se las repitan varias veces y el uso de gestos o apoyo visual.
  • Tiene dificultad para expresarse en oraciones de 4 o más palabras.
  • Su pronunciación es poco clara. Aunque hable, no se entiende fácilmente lo que dice.
  • Repite frases, propagandas, letras o números, pero tiene problemas para seguir indicaciones o responder preguntas sencillas.
  • Tiene escasa interacción verbal con otros niños.
  • Le cuesta narrar eventos simples o sucesos vividos durante el día.

A los 4 – 5 años:

  • La maestra debe repetir las instrucciones complejas que incluyan varias acciones, objetos, características o localización, de manera personalizada para que logre comprenderlas.
  • Su vocabulario es limitado y tiene dificultad para nombrar objetos comunes o expresar ideas.
  • Sus oraciones son simples no tienen todos los elementos gramaticales, p.e.: “Yo voy colegio”.
  • Comete errores en los tiempos verbales (pasado, presente o futuro), p.e.: “Yo juego fútbol ayer”, en lugar de “Yo jugué fútbol ayer”.
  • No utiliza o responde adecuadamente a preguntas con diferentes encabezadores, por ejemplo ¿Qué pasó?, ¿Cómo dibujó?, ¿Cuándo comió?, ¿Por qué no quería?
  • Tiene dificultades para contar historias o experiencias cotidianas.
  • Al narrar sucesos, usa palabras aisladas en lugar de oraciones complejas p.e: “..y ahi…au…pum…corrió…corrió”.
  • No expresa verbalmente sus estados emocionales, como “estoy molesto porque…”.
  • Responde fuera de contexto ante preguntas en diferentes situaciones.
  • Todavía presenta dificultades fonológicas, como decir “/epante/” en lugar de “elefante” o “/allo/” en lugar de “caballo”.

Los docentes desempeñan un papel clave en la identificación y atención temprana de las dificultades del lenguaje en los escolares. A través de la observación cotidiana, generalmente son los primeros en notar signos que indican posibles problemas en el desarrollo del lenguaje ante los cuales pueden facilitar la derivación a especialistas o implementar estrategias para fomentar el desarrollo lingüístico del niño. El apoyo oportuno contribuye significativamente la gestión de las dificultades de lenguaje.

Referencias Bibliográficas

  • Andreu, L. y Sanz -Torrent, M. (2022). El Desarrollo del Transtorno del Lenguaje. Ediciones Piramide.
  • Crystal, D. (2001). El lenguaje y el internet. Cambridge University Press.
  • Fernández M (2013). Escuchemos el lenguaje del niño: normalidad versus signos de alerta. Rev Pediatr Atención Primaria Supl., Volumen (22):117-26.
  • Maggio, V. (2024). Identificación de problemas de Comunicación y Lenguaje en la escuela [Webinar]. https://www.youtube.com/watch?v=copY7Ebyzl8.
  • Vygotsky, L. S. (1978). La mente en sociedad: El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Harvard University Press.

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