Los últimos miércoles de abril se celebra el Día Internacional de la Concienciación por el Ruido. Diariamente, nos vemos expuestos a una serie de ruidos nocivos para nuestra salud auditiva, física y mental. Este último año hemos permanecido más en nuestras casas para mantenernos “a salvo” del COVID19, enfrentándonos a otro tipo de desafíos, como la contaminación sonora de nuestros propios hogares.
La contaminación sonora del hogar es una mezcla de los ruidos que provienen del exterior, influenciados por factores como la cercanía a otras casas o departamentos, si se encuentra sobre una avenida transitada, el tipo de vecinos; y los que se producimos en nuestra propia casa. A esto le sumamos muchas veces la mala acústica de la vivienda y la falta de materiales acústicos que disminuyan la contaminación del ruido.
Como familias, poco o nada podemos hacer con los factores externos, pero es bueno ser conscientes de los ruidos internos de nuestra casa para tratar de reducirlos. En los hogares, el ruido suele originarse de aparatos eléctricos y electrónicos, como ventiladores, aire acondicionado, aspiradoras, licuadoras, televisores, entre otros. Así como de la música a alto volumen, con y sin auriculares y los juguetes ruidosos de los niños. A esto le sumamos el teletrabajo y las clases virtuales, donde en muchas casas, hay varias personas utilizándolos simultáneamente.
Como recomendación, debemos evitar el uso de los aparatos electrónicos ruidosos de forma simultánea, utilizar auriculares para el teletrabajo y clases virtuales para no perturbar al resto de la familia, no exceder el 60% del volumen total en los reproductores de música ni televisión, controlar el uso de juguetes ruidosos de tus hijos, buscar materiales que absorban el ruido, como cortinas, cojines, telas y corchos.
Así, podemos evitar los efectos nocivos del ruido en la salud como: problemas cardiovasculares, estrés, alteraciones del sueño, falta de concentración, irritabilidad, pérdida auditiva, problemas en la comunicación, acúfenos, bajo rendimiento escolar y laboral, entre otros.
Debemos procurar tener un hogar sin ruidos nocivos para conservar tu salud auditiva y la de tu familia. Si quieres mayor orientación al respecto no dudes en comunicarte con nosotros.