Los altos niveles de sonido y/o ruido pueden dañar nuestra audición de manera permanente. Esta exposición a ruido puede causar sensación de inquietud, inseguridad, estrés, irritabilidad y disminución de la concentración y efectividad en el trabajo, desinterés, entre otros efectos psicofisiológicos.
La OMS recomienda que el nivel de ruido en el ambiente sea de 65 dB para garantizar una buena salud y bienestar. Hay riesgo de pérdida auditiva permanente si la exposición a ruido es mayor a 85 dB.
Evita exponer tu audición teniendo en cuenta:
Baja el volumen. Escucha siempre a niveles seguros.
Aléjate del ruido. Los sonidos se vuelven más bajos a medida que te alejas de la fuente sonora.
Si trabajas expuesto a ruido, usa protectores de oído (tapones u orejeras) reglamentados.
Evita usar auriculares o audífonos de música. Si se necesario su uso, que sea por tiempo corto y verificando que el nivel de volumen no sea alto.
Descansa los oídos después del uso de audífonos de música o auriculares.
No escuches con un solo audífono/auricular. Es más difícil oír la música y puedes estar tentado a subir el volumen, poniendo a ese oído en grave riesgo.
Cambia de oído al hablar por teléfono o celular.