Las habilidades son destrezas que dispone la persona para aprender. Dicho de una manera más sencilla, es cómo la persona capta la información que ve y oye; cómo procesa y guarda la información en su memoria para luego utilizarla para razonar y resolver problemas. Estas se desarrollan a lo largo del tiempo y están todas relacionadas, siendo, durante los primeros cinco años de vida de los niños, muy rápida.

Como padres ven que su niño va avanzando rápidamente siendo, quizás, el lenguaje y las habilidades motoras aspectos más notorios. A su vez, el pensamiento se vuelve más complejo y las destrezas socioemocionales permiten más interacción con las otras personas. El cerebro de los niños realiza una serie de conexiones que se ven potenciadas por la estimulación familiar, escolar y de su medio ambiente.

¿Cómo podemos ayudar a desarrollar estas habilidades en nuestros hijos?

Aquí te brindamos cinco habilidades básicas que deben desarrollar para que puedan adquirir aprendizajes sin dificultad.

1. Observar: la observación es la puerta de entrada del mundo externo hacia nosotros mismos. Los niños con habilidades de observación recogen información y hacen preguntas. Esta es la base de la investigación que conduce al descubrimiento. La observación involucra los sentidos de la vista, oído, tacto, olfato y gusto. Los maestros, padres y cuidadores deben involucrar a los niños en actividades destinadas a perfeccionar esta habilidad como por ejemplo que los niños puedan observar texturas y patrones en objetos cotidianos o se le puede preguntar que hay dentro de una bolsa con solo tocarla.

2. Escuchar: en ocasiones los niños parecen no escuchar a pesar que estamos seguros que oyen. Lo que sucede es que no prestan la debida atención para seguir la indicación que el papá o la mamá les da, ya sea porque hay algo más interesante que investigar o porque por su edad la atención es aun corta. Mediante actividades lúdicas se puede hacer revertir la situación como por ejemplo utilizando un títere o imaginando la búsqueda de algo interesante que los involucre en la tarea.

3. Comunicar: los niños están expuestos al lenguaje de diferentes maneras, cuando les hablan, les narran cuentos, cantan o interactúan en juegos. En un inicio los niños empiezan a utilizar lenguaje para dar a conocer sus necesidades, luego expresa palabras, oraciones que poco a poco los van llevando a pensar; logran responder a preguntas, seguir indicaciones y resolver situaciones de la vida diaria. Los libros son de mucha ayuda en este desarrollo del lenguaje, por ejemplo leyéndoles diferentes tipos de cuento irán desarrollando el vocabulario, comprensión y la memoria.

4. Manipular: en los primeros años se dan movimiento a las manos centrándose en tareas motoras como el manejo de objetos, para la creación de nuevas figuras, formas y el perfeccionamiento de la habilidad manual. Se pueden desarrollar de manera recreativa en casa con la práctica de múltiples acciones como: agarrar, dejar, meter, sacar, lanzar, recortar, moldear, pintar, dibujar y muchas otras acciones diversas.

5. Comparar: las habilidades de comparación ayudan a que los niños noten los detalles relacionados con el tamaño, color, forma y ubicación. En la temprana infancia, la mayoría de los niños aprenden habilidades de comparar a través de la exploración de su entorno. Esta clase de juego les permite que los niños desarrollen habilidades de razonamiento, es más fácil para los niños de esta edad comparen por contraste; por ejemplo “dame los carros rojos”, “señala las fruta más grande” entre otros.

A través de actividades del día a día y de manera divertida se puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades que les permitirán adquirir diferentes tipos de aprendizaje, todo está en ponerlas en práctica. Si observa que a pesar de todo, estas habilidades no se desarrollan de manera adecuada, con una intervención temprana se puede lograr.

Publicado en diario Publimetro (versión digital) el 13/03/2017