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ESTRATEGIAS Y HÁBITOS DE ESTUDIO

¿Cómo lograr hijos – estudiantes autónomos?

Fecha: 08 MAYO 2017

Pese a que la autonomía puede manifestarse de maneras diferentes, lo que sí es significativo es considerar que la persona autónoma es capaz de tomar decisiones y de asumirlas con responsabilidad.

Autor: Lourdes Olivera Chávez, Coordinadora Académica del Colegio Antares

Actualmente el Ministerio de Educación nos plantea el desarrollo de competencias de tal modo que nuestros niños y adolescentes logren afrontar y resolver situaciones; para ello, entre las 31 competencias que se deben desarrollar en EBR nos plantea una competencia importantísima: por ser la herramienta básica para que los alumnos enfrenten su aprendizaje. En dicha competencia se menciona: “Gestiona su aprendizaje de manera autónoma” (MINEDU, 2017), y ¿qué significa gestionar el aprendizaje de manera autónoma?

Lo que se busca es que el aprendiz aprenda a organizar su propio proceso de aprendizaje (Centro Virtual Cervantes, 1994), esta es intencional porque define sus propias metas para aprender, consciente porque organiza acciones estratégicas para alcanzar sus metas, explícita y analítica porque monitorea y ajusta su desempeño durante su proceso de aprendizaje. El desarrollar estas capacidades implica la determinación del niño o adolescente de ser responsable y de tomar decisiones personales sobre cómo y para qué aprender.

A pesar que la autonomía puede manifestarse de maneras diferentes, (el comportamiento autónomo de una persona puede ser diferente, dependiendo de la edad, grado, progresos y de sus necesidades de aprendizaje) lo que sí es significativo es considerar que la persona autónoma es capaz de tomar decisiones y de asumirlas con responsabilidad. Es de importancia por ello fomentar diferentes estilos para que el aprendiz tome conciencia de su propio proceso para aprender y encuentre su camino hacia un aprendizaje eficaz (Centro Virtual Cervantes, 1994).

Es bien sabido que la autonomía es una capacidad necesaria para la vida en general y sobre todo cuando al finalizar la EBR se accede a conocimientos más complejos. Y, ¿cómo ayudar a nuestros alumnos e hijos en el desarrollo de esta competencia?

En el Colegio Antares – CPAL proponemos varias estrategias dentro de cada curso al que asisten nuestros alumnos, entre ellas les ofrecemos situaciones para que se planteen preguntas claves durante su proceso de aprendizaje:

* ¿Por qué quiero / necesito aprender?, llega a determinar su objetivo.
* ¿Qué necesito aprender para llegar al objetivo de aprendizaje?, determina su objetivo específico según sus necesidades y motivaciones. 
* ¿Cómo lo haré para llegar a mis objetivos?, aprenden a reconocer y aplicar estrategias y técnicas de aprendizaje que más convienen a su estilo de aprender y a la tarea a desarrollar.
* ¿Qué utilizaré para llevar a cabo mi objetivo?, son capaces de buscar sus propios recursos y herramientas para aprender.
* ¿Cuánto he aprendido de lo estudiado? ¿Las estrategias que he utilizado me han sido útiles? ¿Qué debo cambiar o mejorar?, aprenden a autoevaluar los recursos, estrategias y formas de estudiar.

En casa, los padres como principales coagentes de la educación no son ajenos a brindar apoyo para que sus hijos desarrollen esta competencia y conseguir hijos autónomos en su aprendizaje, para ellos algunas sugerencias:

* Organizar el espacio de estudio: enseñarles a diferenciar el espacio de estudio del de ocio, a organizar los objetos en dicho espacio, eliminar objetos de distracción, controlar la luz, contar con todos los materiales, etc.
* Organizar sus tiempos de estudio: A través de acuerdos establecer una organización del tiempo de estudio. Respetar sus tiempos estudio como los de ocio, sugiriéndoles diversas actividades. Contar con un horario o cronograma en un lugar visible.
* Recordarles la importancia de los acuerdos y el valor de su palabra. 
* Tomar en cuenta las opiniones de los hijos y valorar su participación.
* Dejar que los hijos organicen y ordenen sus habitaciones, ayudarles a recordar donde dejaron sus cosas sin necesidad de recogerlos si los dejaron fuera de su sitio.
* Orientarlos si han cometido un error, para que los mejoren en lugar de juzgarlos.
* Ante cada actividad escolar que deban realizar en casa que explique qué y cómo lo van a hacer en lugar de darles las respuestas.

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