Si el niño entre los 2 y 3 años de edad…

No verbaliza palabras o solo menciona algunas.

No expresa frases de 2 a 3 palabras.

Le cuesta responder preguntas sencillas como ¿Qué hiciste?

Evita o se le dificulta relacionarse o comunicarse con los demás debido a sus problemas para expresarse.

Si el niño entre los 3 y 4 años de edad…

Presenta un vocabulario limitado.

Utiliza palabras “comodín” como “este”, “eso” para verbalizar el nombre de las cosas.

Solo se expresa con frases de dos palabras: “papá, calle”; “vamos casa”.

No comprende órdenes simples: “trae tus juguetes”; “guarda la pelota y el carro”.

Sus expresiones son fácilmente comprendidas por sus familiares pero no por personas que no son de su entorno.

Si el niño entre los 4 y 5 años de edad…

Su vocabulario sigue siendo limitado.

Verbaliza mayoritariamente oraciones sencillas como “Mamá dame el pan”, en lugar de oraciones más complejas como “la pelota que me gustaba se perdió”.

Omite palabras en sus oraciones como en “Niña juega parque”.

Evita conversar o da respuestas empleando palabras o frases cortas.

Sus expresiones no son entendidas por las personas que no son de su entorno.

Si el niño entre los 5 y 6 años de edad…

Continúa presentando un vocabulario limitado.

Sigue verbalizando oraciones sencillas.

Presenta errores en la expresión de palabras, así por ejemplo dice "aposa" por "mariposa; "taballo" por "caballo" y otros errores similares.

No sigue instrucciones complejas como en “Guarda tu lonchera, lleva el lápiz y después trae la pelota” o indicaciones con más acciones.

Tiene dificultad para organizar sus ideas al contar una historia.

¿Qué podemos hacer?

Evitar confiarnos y pensar que “ya hablará”.

Solicitar una evaluación especializada con la finalidad de conocer el nivel de lenguaje del niño y la necesidad de recibir una terapia especializada.

La evaluación especializada permitirá a los padres comprender el problema de su niño, servirá de guía a los especialistas de lenguaje para realizar la terapia y otorgará claridad a los docentes para la puesta en marcha de apoyos, estrategias y adaptaciones en el aula, con el fin de favorecer su desenvolvimiento académico y social.

¡Lo más importante es la atención oportuna y temprana!