En esta era de la tecnología donde niños, adolescentes y adultos pasan la mayor parte del tiempo haciendo uso de la misma, solemos escuchar a los profesores de que en las aulas hay un grupo de alumnos que desde que se inician las labores escolares están durmiendo sobre sus carpetas, su rendimiento académico es bajo, se les ve desganados, no quieren tener una vida más activa, se irritan con facilidad y son poco tolerantes.
Eso nos lleva a preguntarnos ¿Por qué razón? ¿Es que no logran dormir por las noches? ¿Su hijo tiene el trastorno del sueño? ¿Qué está pasando?
Si les preguntamos a los mismos alumnos, la mayoría responde: “porque me quedé mirando una película, chateando, utilicé los videos juegos y no me di cuenta de la hora, etc” son respuestas comunes que vamos escuchando. Y si se pregunta a los padres, algunos responden: “no, sabía que ocurría; se queda jugando o mirando película pero ello no le afecta, yo lo dejo jugar por las noches pero ya es grande para que le controle el tiempo, etc”.
La excesiva exposición a la luz artificial por las noches junto a actividades de sobrecarga visual (uso inmoderado de la tecnología) ha contribuido a alterar el sueño de los niños y adolescentes, así como a aumentar la prevalencia de los trastornos del sueño, que incluyen dificultades para conciliar el sueño, para permanecer dormidos, dormir en momentos inapropiados, dormir demasiado y otras conductas anormales durante el sueño. Salk Satchidananda Panda (2018) al referirse a este tema mencionó que: “el estar continuamente expuestos a la luz artificial, ya sea desde el uso de las pantallas, permanecer despierto hasta tarde en la noche, es un estilo de vida que causará interrupciones en nuestros ritmos cardiacos y tiene consecuencias perjudiciales para la salud”.
Se ha debatido mucho acerca de la función del sueño, investigaciones actuales (IntraMed; Lira David 2018) nos indican que existe estrecha relación entre los procesos del sueño y el estado de salud física y psicológica de las persona. “Los nuevos estilos de vida y cambios tecnológicos están creando una sociedad atemporal que está reduciendo el número de horas de sueño con serios efectos cognitivos, psicológicos y físicos en la población” (IntraMed); por ello es importante que tanto padres como maestros estemos atentos a las alteraciones del sueño a los que están sometidos los niños y/o adolescentes.
La calidad del sueño cumple un rol fundamental en la salud, repara nuestro sistema inmunitario durante las horas de descanso, regula nuestro metabolismo y temperatura corporal. Al contrario cuando se sufre de insomnio o no se descansa las horas suficientes las personas aquejan fatiga, irritabilidad, inestabilidad emocional, dificultad en la atención y concentración, problemas de memoria y disminución de su rendimiento en su aprendizaje.
Como padres ¿qué podemos hacer y decir a los hijos?
- Anime a sus hijos a usar el tiempo libre para hacer ejercicio, en lugar estar sentado frente a la pantalla de televisión o computadora.
- Bríndele actividades físicas divertidas como recompensa por completar una tarea.
- Explíquele cómo el ejercicio hace que descubramos nuestra parte creativa y cómo puede ayudarlo a concentrarse mejor en sus tareas.
- Evite eliminar el tiempo frente a la pantalla por completo, porque su hijo puede tomarlo como castigo.
Como docentes dentro de las instituciones educativas debemos proporcionar información sobre los hábitos de higiene de sueño saludable debido a la importancia del mismo en la calidad de vida y salud. Los docentes deben estar alertas para que con apoyo de los padres controlen las variables que pueden estar afectando la salud de los alumnos, en este caso la falta de sueño.
Fuente IntraMed. ¿Por qué el tiempo de pantalla puede alterar el sueño?, Alternativas divertidas en lugar de pantalla.