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Lenguaje en Temprana Infancia

¿Cómo diferencio un lenguaje “maduro” de un lenguaje “inmaduro” en la temprana infancia?

Fecha: 25 MAYO 2021

El desarrollo del lenguaje oral es el resultado de la interacción entre las bases biológicas y el entorno físico y social que rodea al niño. El desconocimiento de las habilidades esperadas en entre los 3 y 5 años de edad, trae como consecuencia que el inicio del aprendizaje escolar de la lectura escritura y matemática se retrase o se inicie sin éxito.

Autor: Jennifer Cannock, directora del colegio

Un lenguaje “maduro”

Se caracteriza por:

1. Pronunciación inteligible para sus padres y otros adultos
2. Riqueza de vocabulario, asociación de palabras y fluidez verbal para decir palabras por categorías
3. Uso de oraciones simples y complejas de 4 a 6 palabras
4. Precisión gramatical entre palabras, existiendo concordancia de género y número entre artículos, sustantivos, adjetivos y verbos
5. Habilidades de conversación con intención comunicativa dentro de situaciones cotidianas
6. Narración de experiencias diarias y cuentos

Un lenguaje “inmaduro”

Se caracteriza por:

1. Pronunciación ininteligible, necesitando la “traducción” de los padres
- /ota/ /belota/
- /lefante/ /elepante/
- /Po teno muchos polelo/

2. Pobreza de vocabulario, no asocia palabras, poca fluidez verbal por categorías y empleo de palabras genéricas.
- ¿Qué es? /guau/ o /perro/ a todos los animales de cuatro patas
- Dime todos los animales que conoces: /perro/ - /pájaro/ - …
- /El perro dice guau y el gato dice …/
- /Eso que vuela/ (pájaro)
- /Eso, la cosa/ (lápiz).

3. Uso de una palabra para representar una idea (holofrase), frases de dos palabras, oraciones cortas sin artículos u otras palabras de enlace (habla telegráfica)
- /pelota/
- /dame pelota/

4. Imprecisiones gramaticales, evidenciadas por fallas de concordancia en número y género.
- /dame un pelota grande/
- /dame una pelota grandes/

5. Poca intención comunicativa y su discurso conversacional no respeta turnos, toca
temas fuera del contexto y/o expresa con gestos más que con el lenguaje.
- No inicia una conversación
- No pregunta: /¿Qué es? ¿Cómo se llama?//¿Y por qué?/
- Los dinosaurios son muy grandes y feroces. Sabías que el tiranosaurio Rex …

6. Escasa narración, más bien describe usando frases sueltas no relacionadas entre ellas y enumera indicando elementos aislados.
- /lobo malo/ /chancho corre/
- /lobo casa bosque chancho/


¿Qué hacer desde la familia?

Algunas recomendaciones básicas, pero muy útiles, son estimular el lenguaje a través del juego y actividades cotidianas (preparar galletas, leer cuentos, disfrazarnos, pintar, etc.). En ellas, se sugiere usar las siguientes estrategias:
 

1. Modelado
a. El adulto enseña explícitamente el vocabulario, la construcción de la frase, etc. dentro de situaciones naturales.
    A: Vamos a preparar galletas. Necesitamos harina, azúcar, mantequilla, … (nombre de ingredientes y asociación con ellos). Ahora vamos a … (preparación: secuencia de acciones y          verbos como amasar, batir, moldes, …)
b. Evitar el uso de preguntas directas (¿Qué es esto?, ¿qué quieres?).
    Emplear preguntas de alternativa forzada:
    ¿Qué es esto: un avión o un carro?
    ¿Qué quieres: un lápiz o un plumón?

2. Retroalimentación correctiva
No corregir de forma directa (“Así no se dice”).
Es mucho más efectivo y eficiente:
a. Ampliar y reformular las formas sintácticas dadas por el niño
    N: Papá dinosaurio.
    A: Papá dame el dinosaurio.
b. Añadir información a la expresión del niño
    N: “Allá, el dinosaurio bebe”.
    A: “Sí, el dinosaurio bebe agua porque tiene mucha sed”.
c. Incorporar una frase del niño a lo que estamos diciendo
    A: Entonces viene el dinosaurio y …
    N: grande dinosaurio.
    A: Entonces viene el dinosaurio muy grande y destruye el árbol.

¡Detección precoz, intervención oportuna, aprendizaje escolar exitoso!

Referencias:
- Pérez Pedraza y Salmerón López (2006). Desarrollo de la comunicación y del lenguaje: indicadores de preocupación. Revista Pediatría de Atención Primaria Volumen VIII. Número 32. Octubre/diciembre 2006;8:679-93.
- Mendoza, E (2016) Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Avances en el estudio de un trastorno invisible. Madrid, Pirámide.

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