No es tarea fácil para nosotros, padres y madres de hoy en día, apoyar a nuestros hijos en edad escolar a que tengan una adecuada organización personal y de sus materiales, además de ayudarlos a cumplir con sus deberes. El horario de trabajo a veces, no nos permite estar en casa para supervisar y monitorear el momento en que los chicos cumplen con sus tareas escolares o preparan su mochila para el día siguiente. ¿Entonces, cómo podemos potenciar nuestro apoyo?
Entre muchas buenas estrategias para lograrlo escogemos como primera, el contar con una calendarización bimestral o trimestral de las actividades escolares para saber que eventos importantes se desarrollaran en ese periodo e incluirlas en nuestras propias agendas personales y familiares. Recordemos que nosotros somos el mejor modelo para nuestros hijos y si ellos nos observan dándole la prioridad que ameritan los eventos del colegio, ellos también lo harán.
La segunda, es organizar las actividades cotidianas de la dinámica familiar como, por ejemplo, el día de lavado de ropa o de las compras, para que nuestros hijos o hijas cuenten con todas las prendas de uniforme listas o con los materiales adicionales que pudieran necesitar durante la semana que se inicia. Esta organización es una responsabilidad nuestra como padres, que poco a poco, podemos ir delegándoles ciertas tareas que deberán ir asumiendo conforme van creciendo y cursando grados más avanzados.
Tercero, tener siempre con nosotros, ya sea impreso o de forma virtual, el horario de clases de nuestros hijos. Así podremos mediante una llamada telefónica o similar, preguntarles de forma directa qué tienen pendiente de completar, de resolver o repasar de cada curso que atendieron ese día. Esto nos ayudará también, a recordarles avanzar una tarea de mediano plazo ya programada de alguna de esas asignaturas.
Igual de importante es designar un momento del día para revisar sus agendas y verificar si tienen algún mensaje o anotación del profesor o para saber si hay algún boletín informativo de su colegio. Lo mejor sería hacer este paso con ellos, pero si nuestro horario de llegada a casa no nos lo permite, indicarles que deben dejar su agenda o cualquier comunicado escolar, por ejemplo, en nuestra mesa de noche para leerlo y poder firmarlo.
Por último, en las mañanas temprano antes que salgan de casa hacia el colegio, verificar si utilizan el uniforme correcto para ese día de la semana y si se encuentran adecuadamente presentados (peinados y afeitados los varones, con el pelo recogido las damas, entre otros según las normas de su centro educativo). Del mismo modo, apoyarlos el día anterior a revisar si llevan todo lo necesario para el día siguiente según su horario: la flauta para la clase de Música, el polo adicional para Educación Física, el Plan Lector que deben entregar, por ejemplo.
Recordemos que, nosotros papá y mamá, somos modelo de responsabilidad, esfuerzo y perseverancia. Con la aplicación de buenas rutinas, haremos que nuestros hijos vayan adquiriendo los mejores hábitos en bien de lograr sus metas futuras.
¡Buenas estrategias, buenos estudiantes!