La lectura: un desafío posible para los niños sordos

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Artículo elaborado por: Sumny Jara Flores y Leny Ulloa
Profesoras del colegio para niños sordos Fernando Wiese Eslava (CPAL)

Las habilidades de la lectura son importantes para todos los individuos. Podemos plantearnos que son más importantes aún para las personas sordas, ya que se convertiría en el medio más eficaz para poder desarrollarse en los diferentes ámbitos tanto en el educativo, laboral como en el social.

Existe una estrecha relación entre las personas sordas y las dificultades en la adquisición del lenguaje hablado y escrito, es decir que los niños sordos no llegan a alcanzar niveles de lectura competentes.

Diferentes investigaciones en el campo de la sordera coinciden en afirmar que sin importar el tipo de sistema educativo en que  se encuentren los niños, solo llegan a alcanzar niveles lectores muy por debajo de sus pares oyentes. Esto se debe a que los niños sordos presentan dificultades para el dominio de la lengua oral, lo cual altera las representaciones fonológicas; que son esenciales para el dominio de la lectura. Otro aspecto que se ve alterado en la persona sorda es la habilidad  para descifrar las claves morfosintácticas; que tiene su base en el lenguaje oral, así como  la competencia semántica; que se refiere a reconocer, usar el léxico reconociendo su significado dentro de un contexto pertinente   y la pragmática que se refiere a saber usar las funciones de la lengua.

Otros factores determinan el éxito académico de una persona sorda tales como tipo de sordera, el grado de pérdida auditiva, el momento de adquisición de la sordera,  la adecuada amplificación, el apoyo de la familia, entre otros.

Con respecto a la lectura es necesario aclarar que la simple decodificación de las palabras no es suficiente y es necesario llegar a la comprensión de las mismas. En este sentido la lectura y la comprensión no se pueden separar, de nada serviría que el alumno sea sordo o no solo logre mirar las letras mas no entenderlas, es necesario que logre llegar a la comprensión de lo que lee.

Para que los alumnos sean sordos o no logren leer existen dos rutas, la visual (ortográfica o directa) o la fonológica (indirecta). En el caso de los niños oyentes, al encontrarse con una letra recurren al sonido para darle significado y de esa manera van construyendo la imagen acústica de la palabra, y de esa manera poco a poco van automatizando este proceso. En el caso de los niños sordos, construir esta imagen se vuelve una tarea aún más difícil, tienen que valerse de otros medios para obtener esta información sea de manera visual o kinestésica y ni aún así dichas representaciones fonológicas son exactas. Por ello, es importante que desde edades tempranas los niños sordos sean amplificados correctamente para que llegado el momento puedan trabajar el conocimiento fonológico y convertirse en lectores eficaces.

El otro camino, la lectura por la ruta visual o ortográfica, en la cual el niño sordo tendrá la ardua tarea de ir memorizando una a una todas las palabras que van apareciendo en el día a día constituye un reto mayor y no muy motivante para ellos. Memorizar listas de palabras no resulta ser una tarea muy divertida y puede generar sin intención rechazo por la lectura. Además, no es la ruta más adecuada porque cada vez que el niño encuentre una palabra nueva no podrá atribuirle ningún significado.

Por lo expuesto, los niños sordos con adecuada amplificación deberían trabajar desde pequeños y con más ahínco en desarrollar su conciencia fonológica, logrando reconocer, identificar, diferenciar, manipular y trabajar con los sonidos que componen a las palabras.  De esta manera, estos niños se convertirán llegado su momento en lectores capaces de leer y escribir todo.

Compartimos algunas recomendaciones para padres:

  1. Jugar con los sonidos del lenguaje
  2. Crear rimas con objetos cotidianos.
  3. Acercar a los niños desde temprana edad al mundo de la lectura.  
  4. Darle a los niños la oportunidad de elegir qué libro leer.
  5. No imponer la lectura, buscar maneras de que la lectura sea placentera y evitar así el rechazo hacia ella.
  6. Leer en espacios recreativos, buscando lugares que aumenten la imaginación. 
  7. Rotular objetos de uso común para motivar la lectura y su comprensión.
  8. Estimular su lenguaje oral en cada momento para que sigan enriqueciendo su vocabulario y mejorando la estructuración de sus oraciones.

Acerca del Colegio Fernando Wiese Eslava:

El colegio Fernando Wiese Eslava, tiene como objetivo lograr que el niño sordo adquiera competencias lingüísticas y académicas, que le permitan incluirse a un colegio regular; brindándole así, oportunidades para desempeñarse en la sociedad.

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