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La comunicación como promotora de la autorregulación

Fecha: 15 AGOSTO 2019

¿Estoy disconforme  con una nota? ¿Mis compañeros no entienden por qué no presente mi parte de un trabajo en grupo? ¿No tengo ganas de hacer Educación Física hoy y no me dejan quedarme en la clase? Entonces,… ¡me frustro y pierdo el control!  Todos los niños y jóvenes deben saber que las “pataletas”  no son el medio correcto  para lidiar con su frustración.

Autor: Aylin Bayro Nieves, Coordinadora de Investigación y Recursos del Colegio Antares - CPAL

Algunos niños y jóvenes con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son más susceptibles a molestarse o enojarse que otros. Esto los puede llevar a situaciones en las que pierden el control y llegan a presentar las famosas “pataletas”. Estas actitudes equivocadas pueden ser de muchas maneras, tirar los cuadernos, contestar de forma inapropiada, salir de la habitación y tirar una puerta,….

Para estos niños y jóvenes, no hacer las cosas a su manera o no obtener lo que esperan de forma inmediata puede ser un detonante para tornarse disruptivos. Aunque esta escena de pérdida de control dure solo unos minutos puede afectar dramáticamente su proceso de aprendizaje  como el establecimiento de relaciones interpersonales.  

Una comunicación abierta se presenta como un medio de prevención a estas situaciones tanto a nivel escolar como en casa. No esperemos que presenten una “pataleta”  para explicarles a ellos que no es una forma apropiada de resolver una situación.

Una simple conversación en un momento tranquilo puede llevarlo a enfrentar su frustración de una mejor manera si logra entender que las actitudes fuera de lugar, las respuestas inoportunas como las reacciones violentas entre otros ejemplos, no le quitan fuerza a su derecho a demostrar su disconformidad, si no, más bien, lo alejan de lograr su objetivo.

Usar este tranquilo momento de conversación para hacerle ciertas preguntas permitirá que él piense, reflexione y empiece a conocerse mejor.  Igualmente, nos permitirán a nosotros saber más sobre que situaciones lo pueden llevar a perder el control.

- ¿Cómo te sientes cuando no logras lo que deseas? ¿Triste, inseguro,  molesto, furioso?
¿Qué considerarías injusto al calificar una tarea?
¿Qué haces cuando las cosas no se presentan como tú las quieres?
¿Alguna vez has visto a alguna persona (niño/compañero/familiar) tener una “pataleta”?    
- ¿Cómo crees que la percibieron las personas que estaban cerca?

Durante esta “conversación casual”,  expóngale  determinadas situaciones y adaptando las preguntas, trate de llevarlo a que diga cómo reaccionaría él y de qué forma podría mejorar el comunicar su frustración sin exponerse a una escena de pérdida de control. Nuestra intención es que logre autorregularse.

Preséntele alternativas si sus respuestas no evidencian autocontrol:

- ¿Qué podría hacer alguien antes de perder el control? Caminar, tener tiempo fuera para calmarse,  tratar de expresarse con prudencia y regulación para ser escuchado, entre otras.
- ¿Qué hubiera hecho él en ese caso?

Así podrá valorar la autorregulación, reconocer su utilidad y será más flexible ante situaciones de aprendizaje que no le sean favorables.

 

Referencias:

-DAWES, MATTHES, ROBERTS & THWAITES (2018). “Thinking skills”. Cambridge University Press. United Kingdom.

-WHITE, B. (2005). “Empowered ADHD Kids. Practical Strategies to Assist ADHD Children in Developing Learning and Social Competences”. Key Education. Carson- Dellosa Publishing LLC, North Carolina. USA.

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