LECTURA

Como padres podemos hacer mucho desde casa para fomentar el hábito lector y, cuanto antes empecemos, mejores resultados podremos lograr. Somos una fuente de recursos inagotables para los más pequeños del hogar.

Autor: Claudia Combe Vega, Departamento Psicopedagógico Colegio Antares - CPAL

Una preocupación constante para los padres se refleja a través de la pregunta: “¿Cómo hago para que mi hijo lea?”. Manifiestan que sus hijos no quieren tomar un libro, les parece aburrido y prefieren estar con la “tablet” o el celular. 

La primera pregunta que nos debemos hacer es si como padres nos gusta leer y si disfrutamos de lo que leemos, si es que en casa hay un espacio y tiempo destinado para realizar la lectura y si nuestros hijos nos ven leer por placer. Debemos tener en cuenta que, lo primero para fomentar la lectura, es comprender que somos modelos para nuestros hijos y es necesario hacerlo nosotros para poder pedírselos a ellos.

Científicos del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, Estados Unidos, han hallado evidencia por los estudios de resonancia magnética realizados, de que los niños entre tres y cinco años a quienes sus padres les leen desde pequeños, mantienen cuando escuchan un cuento, una actividad cerebral diferente a aquellos a quienes no les leen. Esto nos demuestra que la exposición a la lectura durante el periodo previo a la escolarización es fundamental en el desarrollo, teniendo un impacto significativo en cómo los niños procesan los cuentos. Asimismo, estos estudios han demostrado que cuanto mayor era el nivel de lectura de parte de los adultos hacia los niños, más actividad mostraban éstos en los lóbulos parietales del cerebro, los encargados de dar significado al lenguaje. Es decir, de entender lo que escuchan.

Por tanto, es importante que en casa haya un espacio y tiempo dedicado a la lectura donde el niño sea libre de elegir la lectura de su preferencia sin imponer algún tipo de lectura o título. Cada uno de nosotros tiene una preferencia particular, puede ser desde cuentos infantiles, cómics, libros para colorear con historias, adivinanzas hasta novelas. Lo que se debe enfatizar es el agrado por leer y eso parte de los intereses de cada uno.   

Algunas ideas que pueden ayudar:

1. Dar libertad para elegir y generar un espacio de confort donde no hayan interrupciones y puedan leer en familia.  
2. Estar atentos a lo que leen y comentar con ellos sobre esa lectura. Nunca minimizar lo que leen aunque no sea de nuestro interés.
3. Utilizar la imaginación y escucharlos atentamente cuando nos cuenten historias fantásticas. No utilizar frases como: “Eso no existe”, “Eso nunca va a pasar”, “Necesitas más tareas, tienes mucho tiempo para fantasear”; más bien utilizar frases como: “Lo máximo, te imaginas que algún día logremos eso”.
4. Tener los libros a disposición de los niños, ni en un lugar muy alto que no puedan cogerlos por ellos mismos ni en un lugar donde no puedan ingresar sin nuestro permiso, debe ser accesible para que ellos se familiaricen con los diferentes tipos de lecturas.
5. Leerles en voz alta aunque ya sepan leer o intercambiar turnos en la lectura.
6. Compartir canciones, juegos, rimas y adivinanzas que los ayuden a disfrutar de los juegos basados en el uso de palabras.

Recordemos que compartir la lectura con nuestros hijos permite, a su vez, reforzar la relación con ellos e implicarse en sus intereses. Démonos un tiempo, leamos con ellos y disfrutemos con ellos.