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¿Por qué son importantes los límites para todos?

Fecha: 24 OCTUBRE 2019

La convivencia diaria nos plantea una serie de reglas y normas que nos va a permitir desenvolvernos de manera eficaz y exitosa, por lo que es importante aprender desde edades tempranas a reconocer, aceptar y cumplir con los límites pero sobre todo a entender en qué nos beneficia y cómo nos ayuda en nuestro bienestar integral.

Autor: Claudia Combe Vega, Departamento Psicopedagógico Colegio Antares - CPAL

Desde que nacemos vamos explorando y conociendo el mundo, un mundo que puede ser agradable y lleno de oportunidades pero que también puede presentarnos riesgos y situaciones que pueden dañar nuestra integridad y bienestar. Como padres y adultos responsables, es nuestro deber ir enseñándoles hasta donde pueden llegar, teniendo en consideración el momento y espacio oportuno para tomar buenas decisiones; lo que normalmente enseñamos a través de un conjunto de reglas y normas que nos permitan saber qué está permitido y qué no en nuestro mundo.  

El deseo de transgredir estas normas y reglas es necesario y natural, porque si no fuera así no habría opción al cambio, a las invenciones y a la creatividad. Sin embargo, una vida sin límites, lejos de ser gratificante, produce mucha frustración y termina haciéndonos mucho daño porque no nos permite convivir de manera armoniosa. Nuestro día a día, nos exige el respeto de los límites en todos los ámbitos de nuestra sociedad. No es bueno para nadie comer o beber en exceso, trabajar demasiadas horas o excederse en la práctica de un deporte porque estamos sobre exigiéndonos pudiendo llegar a generar un daño físico y mental.

La persona que aprende a respetar los límites puede permitirse ser más feliz y tener más alta la autoestima, porque se puede aceptar como es, no necesita exigirse ser quien no es, ni sufrir privaciones, ni hacer más de lo que puede sin respetar su cuerpo; y puede darse cuenta, que sólo aceptando sus límites los puede trascender. Los límites nos permiten construir una estructura de personalidad firme, ser dueños de nosotros mismos, presentando mayor seguridad para tomar decisiones en base a lo que sea mejora para nosotros y hacernos responsables de ellas, capaces de organizar nuestras vidas en función a un proyecto.

Este respeto por los límites lo aprendemos en la niñez, cuando vamos descubriendo la existencia del otro, y por tanto descubrimos nuestra propia existencia. Aprendemos a diferencia hasta donde tú y hasta donde yo, como eres y como soy. Tanto los límites físicos como los límites emocionales están muy relacionados, ambos generan autorregulación y autonomía.

Por esta razón, es importante tener en consideración las siguientes pautas para poner los límites en nuestros hijos:

1. Utilizar un lenguaje positivo: el uso del lenguaje es una herramienta muy poderosa, con la cual podemos construir o destruir, por eso hay que tener especial cuidado en la niñez y adolescencia, en trabajar cada día en utilizar palabras que construyan la autoestima de nuestros hijos, que reciban amor y aceptación incondicional. Una de las estrategias que podemos practicar es el erradicar la palabra NO de nuestras consignas,  por eso en lugar de decir “NO tires tus juguetes” decirle a nuestros hijos “recuerda poner los juguetes en la caja para salir” o en lugar de decir “NO vayas a la cama sin lavarte los dientes” decirles “Chicos vamos a lavarnos los dientes antes de ir a la cama”

2. Tómate un momento para pensar qué límites necesitan tus hijos: No todos los niños son iguales y desarrollan en el mismo ritmo. Debemos tomarnos un momento para tomar conciencia de las características de nuestros hijos y dónde es que requieren poner límites.

3. Establecer las normas de casa y de la familia: Si es necesario coger papel y lápiz, pues hagámoslo y pongamos que va a estar permitido y que no dentro de nuestra familia y en nuestro hogar. Lo importante es que estas normas nos ayuden con la estructura y la organización y así poder sentirnos con menos carga en el día a día.

4. Sé coherente y has lo mismo que le pides a tus hijos: Si la regla en casa va a ser no utilizar el celular en la mesa, es importante que la regla sea para todos, ni papá ni mamá puede romper esa regla: en estos caso, no vale la frase “porque soy tu papa y porque yo ya pasé por esto”.  Los chicos deben ver coherencia y si es que ustedes pueden cumplirla, van a ser el mejor ejemplo para ellos.

5. Evitar ser autoritario: Va de la manos con el consejo anterior, en la casa es importante que todos los miembros seamos escuchados y que las reglas que se establezcan sean explicadas y puedan entender el por qué es necesario y cómo beneficiaría a cada miembro de la familia, con esto nos aseguramos de que nuestro hijo sea más reflexivo y que no tenga que aprender por miedo o amenaza sino más bien por un bien común y porque también le hace bien a él como persona.

 

Lo único que no debe tener límites es la imaginación y la libertad de pensamiento

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